El gran potencial de la pólvora amarilla o “zithum”, sin duda fue obra de los egipcios. Perfeccionando la receta y como regalo de los dioses, atribuían su invención a Osiris dios de la agricultura, pero también de la cerveza. Junto a las cebollas o el pan, formaba parte de la dieta básica de la mayoría de la población. Un historiador griego de la época de Julio César relató que “Osiris enseñó a la gente cómo elaborar la bebida compuesta de cebada, la cual no es precisamente inferior al vino en cuanto a potencia y olor se refiere”.
En los países más fríos, donde no había apenas frutas dulces, la cerveza era utilizada como bebida sagrada. En el antiguo Egipto se consumía mucha cerveza y se consideraba como comida y bebida que alimentaba a vivos y muertos, por ello era la bebida de inmortalidad y considerada sagrada.
Independientemente del significado de cada bebida alcohólica, el alcohol como tal tiene un significado propio, ya que representa la comunión entre el fuego y la vida.